LA ANDRIANA
La Andriana es
una comedia escrita por el comediante latino Publio Terencio Afro. Según los
estudios, hay un cierto consenso de que esta sea la primera obra de Terencio
(166 a.C.).
Personajes
·
SIMÓN, viejo, padre de Pánfilo.
·
SOSIAS, liberto de Simón
·
DAVO, esclavo de Simón.
·
MÍSIDE, esclava de Gliceria.
·
PÁNFILO, muchacho, hijo de Simón y amante de
Gliceria.
·
CARINO, muchacho, enamorado de Filúmena,
prometida de Pánfilo.
·
BIRRIAS, esclavo de Carino.
·
LESBIA, vieja, partera.
·
GLICERIA, muchacha, amada por Pánfilo;
finalmente reconocida como Pasibula, hija de Cremes.
·
CREMES, viejo, padre de Filúmena y de Gliceria.
·
CRITÓN, viejo, pariente de Críside, supuesta
hermana de Gliceria.
·
DROMÓN, esclavo lorario de Simón.
“Pánfilo
deshonra a Gliceria, a quien erróneamente se tenía por hermana de una cortesana
natural de Andros; y, tras haberla dejado embarazada, le jura hacerla su esposa,
pues su padre lo había prometido a otra, hija de Cremes. Y cuando el padre descubre
este amor, con el deseo de conocer las intenciones de su hijo, simula que la boda
se va a celebrar. Pánfilo, por consejo de Davo, no se resiste. Mas cuando Cremes
ve al hijito de Gliceria, rompe el compromiso y lo rechaza como yerno. Luego,
tras reconocer inesperadamente a Gliceria como hija, se la entrega a Pánfilo
como esposa y la otra a Carino”.
Su tema de fondo
es el tópico del conflicto generacional: Simón descubre los amores entre su hijo
Pánfilo y Gliceria, supuesta hermana de Críside, una prostituta de la isla de
Andros. Tratando de dejar al descubierto a Pánfilo, finge haber pactado el
casamiento de éste con Filúmena, hija de su vecino Cremes, de la cual está, a
su vez, enamorado Carino. Ante ello, el esclavo Davo aconseja a Pánfilo que, a
pesar de haberse comprometido con Gliceria tras quedar embarazada, no se niegue
a la boda, lo cual llega a oídos de Carino, quien queda desesperado. Los acontecimientos
se precipitan: Gliceria da a luz y Simón finalmente apalabra con Cremes lo que,
en principio, era una boda fingida. Los planes de Davo han fracasado: sin
querer, ha empujado a su joven amo a una boda no deseada. Tendrá que volver a
improvisar un nuevo plan: hacer que Cremes vea al recién nacido para que anule
la boda. Con esto, Davo halla un respiro: al menos. Pánfilo no tendrá que
casarse con Filúmena. Sin embargo, será la fortuna la que terminará de poner
las cosas en su sitio: inesperadamente se presenta Critón, un pariente de
Críside, el cual descubre a Simón y a Cremes que Gliceria no es quien pensaban.
Es una ciudadana ateniense criada con la familia de Críside y nada menos que una
hija perdida de Cremes. La comedia termina con la boda entre Gliceria y
Pánfilo. Existe un segundo desenlace transmitido por la tradición manuscrita
que no se debe a la pluma de Terencio: en él, la solución se remata con una doble
boda, Pánfilo casado con Gliceria y Carino con Filúmena.
En esta obra ya
se ven trazados con claridad todos los elementos del arte de Terencio: la
delicadeza en el tratamiento de los caracteres, la preocupación pedagógica y la
comprensión ante los errores humanos. En este sentido, es conveniente resaltar,
a manera de enseñanza, algunas de las frases más resaltantes que se encuentra
en la Andriana:
1. “…en la vida no hay principio más útil que aquello de «nada en demasía»”. Esta frase hace referencia a un principio de Solón que lo hace grabar en el templo de Apolo. Es un principio que nos invita a buscar en cada momento el término medio, la virtud. Si somos equilibrados en nuestros actos, en nuestra manera de hablar, en nuestro modo de alimentarnos, etc., se tendrá una vida sana y feliz.
2. “… en estos tiempos la adulación procura amigos y la verdad odio”. Es una frase tan antigua, pero a la vez tan actual. En la vida diaria, en los centros de trabajo, en las relaciones humanas la adulación se ha encargado de romper amistades, de manchar honras por quedar bien. Por el contrario, la verdad como conocimiento y expresión de la realidad se ve menguada o relativizada.
3. «Las riñas de los amantes son la renovación de su amor». Esta frase nos invita a reflexionar en torno a la convivencia de la pareja. Sabemos que no todo es felicidad en la convivencia amorosa, hay noches oscuras que ponen a prueba de qué calidad está forjado el amor de los amantes. Sin lugar a duda que cuanto más sólido sea el amor de los amantes las riñas y contiendas que se tengan harán que se fortalezca y renueve el amor.
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